Sunday, November 22, 2009

¿Y ahora?

(この切ない気持ちでどうしろっての?)

Tic, tac, tic, tac. Un salto al frente.
Risas, conversaciones como las de hace algunos años. Sara se siente feliz porque después de tantos ires y venires, y después de tantas vueltas y rupturas, pareciera que por fin es posible tener algo de rosado en su vida. Si, hasta Sara quiere un poco de rosado en su vida monocromática. Sólo un poco, la verdad, porque a ella le gusta su vida como es.

Tic, tac. Otro salto al frente.
Ay! Sara tiene gripa. Pero no cualquier gripa, no. Sara ha sido contagiada del virus que tiene al mundo en vilo: ¡La influenza! (No es nada tan grave, la verdad. Un poco de fiebre y dolor de cuerpo, nada más. Pero es una buena excusa para faltar a clase)
Y ahí esta Taro. No hay nada más agradable que sentir la presencia de alguien que te cuida cuando te sientes mal. Es un poco más de rosado decorando el ambiente monocromo. O mucho más de rosado, quién sabe.

Tic, tac. Un paso atrás.
Sara ha sobrevivido a la epidemia mundial. Y de repente... cesan las llamadas, las visitas, los mensajes. Queda sólo un sinsabor dulzón en la boca, como el que queda después de comerse un chocolate. Es un sabor incompleto, inconforme. Y el silecio, claro, siempre queda el silencio.

Tic, tac. Más pasos atrás.
Una vez que Sara ha decidido aceptar el silencio, con la esperanza de que sea interrumpido pronto, empieza la espera: Miradas furtivas al celular cada x minutos, mensajes empezados, interrumpidos y eliminados y, por supuesto, la lucha implacable entre el orgullo y el miedo.

Tic. Reposo (O la total ausencia de movimiento).
Llega un momento en que Sara se pregunta el por y para qué de todos los esfuerzos. Si todos los años van a ser una copia del anterior ¿realmente vale la pena seguir esforzándose?
Ella quiere ir hacia adelante, e ir hacia adelante no le parece posible si se está sujeto al miedo de lo que hay más allá. ¿De qué sirve perder el presente por causa de un futuro inevitable? ¿No es eso una doble pérdida? Además, ¿quién dijo que avanzar es equivalente a perder algo?
Ella no encuentra motivación ni satisfacción alguna en lo estático. Y antes que huir ante la posibilidad de sufrir por lo que quiere, prefiere estrellarse con todas sus fuerzas. Prefiere aprovechar hasta el último segundo disponible para poder sonreir luego, así sea entre lágrimas.
Ahora está tratando de aprender a ser egoista para forzar sus opiniones en él. Hasta ahora, no lo ha logrado. Así que se hace a un lado y espera. Aún cuando sabe que la espera sólo enfría los brotes de rosado que estaban naciendo y que el frío marchita los brotes.

Tac. ¿Y ahora?
... El invierno.




This was: Yin's disappointment speaking.