Tuesday, March 3, 2009

Juez, jurado y verdugo

Un silencio sepulcral llenó la sala en el momento en que Sara se puso de pie. La juez, mirándola fijamente, empezó a enumerar los cargos que se le atribuían:

- ... ineptitud para expresar claramente lo que está pensando, incapacidad de encontrar motivación o "ganas" para hacer las cosas, inconsistencia en sus acciones y palabras e irresponsabilidad con las mismas...

Sara se limitaba a escuchar en silencio mientras pensaba en lo irrelevante del juicio en general. En realidad, ya sabía cuál iba a ser el veredicto del jurado así que sólo esperaba que acabara rápido para poder irse.

- El jurado ha encontrado a la acusada "Culpable de todos los cargos"

"Si, si" pensaba ella aburrida, "acabemos con esto de una vez"

- La sentencia, que será ejecutada por la persona que la acompaña ahora y que estará permanentemente con usted de ahora en adelante, es como sigue:
"Primero que todo, deberá escuchar algunas horas diarias de crítica permanente a cargo de su acompañante o, en su defecto, por medio de la formación de relaciones autodestructivas con críticos compulsivos que no escuchen lo que usted dice, y a los que ni su apariencia ni sus gustos le parezcan adecuados (y se lo estén recordando constantemente). Segundo, la sentencia incluirá castigos físicos leves (entiéndase: golpes a las paredes, cortaduras o rasguños). Tercero y último, dado que la sola formación de las relaciones autodestructivas es considerada insuficiente, deberá confundir el significado de absolutamente todo lo que la otra parte hace o dice y esperar permanente algo equivocado.
La duración de la sentencia es indeterminada. En caso de que la acusada muestre algún signo de mejoría o intención de cambio, se considerarán cambios o reducciones.
Fin de la sesión. Puede retirarse."

Con un leve suspiro, Sara le dio la espalda al espejo y salió sola de la habitación vacía.

1 comment:

Olavia Kite said...

*suspiro*
Tus historias son las historias de todas. O todos.